Humanismo y Renacimiento: Leonardo Da vinci (II)

Leonardo Da Vinci (Biografía)
1452 - 1519
L. Da Vinci nació en Vinci, en las cercanías de Florencia, en 1452. Hijo natural del notario Piero de Vinci, se educó en casa de su abuelo paterno, en su pueblo natal. En 1467 acompañó a su padre a Florencia y, en 1469, entró en el taller de Andrea del Verrocchio, en el que permanecería casi diez años.
El taller de Verrocchio no es solamente el lugar en el que se forma artísticamente, sino también donde se forma desde el punto de vista técnico, sobre todo en cuanto a mecánica e hidráulica. Durante este primer período Leonardo afianza su talento pictórico. Hacia finales de 1478, según una nota que él mismo escribió, empieza dos "Virgen María", una de las cuales es, al parecer, la deliciosa Madona Benois, que se encuentra en el museo del Ermitage de Leningrado.
En 1482, Leonado se traslada a Milán, donde permanece durante casi veinte años al servicio de Ludovico el Moro. Allí se convierte en el ingeniero del duque y en el maestro de obras de los trabajos hidráulicos y de bonificación de proyectos de arquitectura y de urbanismo, de complicados aparatos y máquinas destinados a las fiestas y a los espectáculos de la corte. Poco antes de partir hacia Milán había realizado un boceto al temple de la Adoración de los Magos, un gran cuadro que le habían encargado los monjes de S. Donato de Scopeto dos años antes. El indiscutible prestigio del que goza en los medios artísticos y humanistas no le impide continuar sus estudios de mecánica y de hidráulica, ni sumergirse en la anatomía, en la política y en la botánica, finalmente, en la geometría y en la física.
En 1493 se expone en Milán la colosal estatua ecuestre modelada en arcilla de Francesco Sforza. Leonardo trabaja en ella durante 15 años, pero los soldados franceses la destruirán en 1499, antes de que sea fundida en bronce.
Durante su estancia en Milán pinta dos grandes obras: "La Virgen de las Rocas" y "La última cena".
Del primer cuadro existen dos versiones, encargo de la Cofradía del Inmaculada para S. Francesco Grande, en 1483, una de ellas, de la que él es sin duda el autor, fue cedida no a quienes la habían encargado sino a otro comprador, probablemente Ludovico el Moro, la otra, en la permanecieron con toda certeza los alumnos del maestro, se colocó en la iglesia a la que iba destinada más de 20 años después de que se realizara el encargo, en 1506. En cuanto a "La cena", está pintada en la pared de un refectorio del convento dominico de Sta. María delle Grazie, por encargo del duque Sforza. Leonardo trabaja en esta obra de 1495 a 1498, ejecutando también con toda probabilidad una serie de retratos, como la "Dama con armiño", "El músico" y "La madona litta", del Ermitage (Todas han sido atribuidas por los expertos a Leonardo)













"La Virgen de las Rocas"
1503 - 1506
Óleo sobre tabla, 189,5 x 120 cm
Londres, National Gellery

















La caída de Ludovico el Moro, 1499, le obliga a huir de Milán hacia Mantua, luego a Venecia y, finalmente, a Florencia, donde está de vuelta a finales de 1500.
De 1502 a1503, entra al servicio de César Borgia, recorre la Romaña, Visita Urbino, realiza unos proyectos de fortificación y  dibuja el plano de la villa de Imola, que constituye eun modelo de la cartografía del Renacimiento.
De vuelta a Florencia, continúa sus investigaciones científicas cada vez con más método y conocimiento, consagrándose a la anatomía humana y animal.
Las investigaciones sobre el vuelo de los pájaros le llevan al estudio de las corrientes aéreas y acuáticas, del viento, de las nubes y de las llamas. Reúne sus dibujos y sus notas, y los ordena para preparar la redacción de varios tratados, entre ellos uno sobre el agua, que es el elemento central de su cosmología dinámica.
Durante su estancia en Florencia pinta la Gioconda, retrato, según Vasari, de Monna Lisa, esposa de Francesco de Giocondo.
En 1504, la Signoria de la ciudad pide a Leonardo y a su antagonista, Miguel Ángel, que realicen la decoración de las paredes de la historia florentina, a Leonardo se le encarga que represente la batalla de Anghiari. La técnica elegida para el fresco (colores al óleo y no al agua, aplicados sobre una capa de estuco) Quedan algunas copias antiguas de la parte ejecutada que narra la lucha por la posesión del estandarte.
En 1506, el gobernador francés Carlos de Amboise le invita a volver a Milán. Allí permanecerá hasta 1513, con la excepción de otra breve estancia en Florencia entre 1507 y 1508 por un asunto de herencia. Durante este segundo período milanés ejerce sobre todo su talento como arquitecto.
El cardenal Julián de Médicis (hermano del nuevo papa León X) le invita a Roma en 1513, y allí se dirige en compañía de Melzi y de algunos discípulos. No pinta casi nada, la única ora que se le atribuye de este período es la de S. Juan Bautista.
A principios de 1517 acepta la invitación del rey Francisco I quien, como señal de su inmensa estima, le asigna la residencia del palacete de Clos-Lucé, a las orillas del Loira, cerca de Amboise. Se sumerge entonces en el grandioso proyecto de un nuevo palacio real en Romorantin, en Saudre, que nuna se llevará a cabo, pero que en gran parte servirá de modelo para la realización del castillo de Chambord.
Pasa sus últimos años serenamente, poniendo en orden sus documentos para la publicación de grandes tratados y dando forma (en la extraordinaria colección de dibujos que se conserva en Windsor) a una serie de visiones apocalípticas de diluvios y grandes mareas, en las que expresa su dinámica concepción del cosmos. Muere el 2 de mayo de 1519, asistido por el fiel Melzi, al que en su testamento lega todos sus manuscritos.
Carros armados con guadañas
Hacia 1490. Dibujo
Turín, Biblioteca Real.

COMENTARIO TÉCNICO DE ALGUNAS DE SUS OBRAS MÁS IMPORTANTES

Ángeles y paisaje del "Bautismo de Cristo"
Leonardo entra en el taller de Verrocchio a los 17 años junto con otros alumnos y, como los demás, copia los modelos y colabora con el maestro en la realización de las obras que les encargan.
Allí empieza a poner en práctica su manera de pensar y de "diluir" los colores, difuminándolos en la transparencia de la atmósfera. Es posible que Leonardo quiera recordar el clima artístico del taller de su maestro, el trazo limpio y ángulos, el contraste de los tonos, etc.
Leonardo, el que pronto se le debió de considerar un excelente alumno, porque después de 5 ó 6 años de aprendizaje tuvo la posibilidad y el honor de trabajar de manera independiente y pintar por lo menos dos ángeles del Bautismo de Cristo de Verrocchio, así como el paisaje del fondo. Según Vasari, Leonardo pintaba tan bien esos rostros y esas montañas en la lejanía que el maestro "nunca quiso tocar los colores, desesperado al ver que un niño sabía más que él". Se distingue y a la suavidad del dibujo y del "sfumato" en el ángel de la izquierda y en el paisaje de encima de las cabezas de los ángeles.




Retrato de mujer
Leonardo pinta los retratos de: Ginevra de Benci, la Gioconda, la Dama con armiño, etc.
Este retrato, que se encuentra dentro de la tradición del Renacimiento, posee sin embargo unas características particulares.
Leonardo, en sus manuscritos, insiste ampliamente enlos efectos de la luz y de la sombra: define con rigor científico a la sombra como "primitiva", "derivativa", "retumbante", "simple" y analiza en particular la manera en que las sombras inciden en los rostros. Leonardo, en sus retratos femeninos, pone en práctica hasta en sus menores detalles estas investigaciones meticulosas sobre la luz, la atmósfera y se animan con una ida sutil y misteriosa.
Al mismo tiempo que utiliza una claridad demasiado viva y los contornos nítidos y acerados de la tradición florentina, Leonardo rodea el rostro de sus personajes de una sombra transparente que une la figura a la decoración en el que dicha figura se encuentra. Se trata de su claroscuro, sus cuadros viven con este delicado volumen y de profundidad Leonardo aboga por la sutil complejidad de las luces intermedias: "los contornos y figuras de cuartos oscuros se distinguen mal en la oscuridad así como en la luz, pero en las zonas intermedias entre la luz y la sombra se les percibe mejor".
Ginevra de Benci




Los colores. Leonardo utiliza unos tonos cálidos que van del marrón del enebro del fondo (que borda a la derecha un encaje de espinas sobre el cielo ) al naranja de los bucles y al rojo del vestido. Estos colores contrastan con el azul de las montañas que se degrada en la lejanía.

Madonna del Clavel
Se trata de una obra de juventud, todavía con influencias de la escuela de Verrocchio en la nitidez y en la solidez del dibujo de las figuras. Sin embargo, la composición delos personajes contra la pared del fondo, la investigación cromática y, sobre todo, el estudio del claroscuro y de los reflejos, la vibración de la luz sobre las ropas, las carnes y las flores anticipan las obras maestras posteriores. Los colores de los ropajes de la Virgen, cuya armónica alianza ha sido cuidadosamente estudiada, resaltan sobre las tonalidades oscuras del fondo.

La Adoración de los Magos
El cuadro fue encargado pro los monjes de S. Donato en Scopeto, pero está inacabado a causa de la partida de Leonardo hacia Milán. En su "Tratado sobre la pintura", Leonardo explica cómo pintar las "historias" y los acontecimientos: los rostros nunca deben parecerse, insiste, así como tampoco los movimientos; hay que variar las posturas, las expresiones, los rostros, los tipos y los ropajes.
Leonardo aplica sus conceptos de manera muy escrupulosa en "La Adoración de los Magos", que representa toda una serie de características completamente nuevas con respecto a la iconografía tradicional y a la composición rimada y equilibrada del siglo XV.
El semicírculo comprende la escena principal con la Virgen y la muchedumbre.


La Adoración de los Magos
1481-1482. Esbozo sobre taba, 246x243 cm
Florencia, Galería de los Uffizi

La Virgen de las Rocas
En abril de 1483, los hermanos De Predis, pintores y miniaturisas, y Leonardo reciben el encargo de decorar el altar de la capilla de S. Francisco Grande de la Cofradía de la Concepción, en Milán. Leonardo ejectua "La Virgen de las Rocas" (de la que una primera versión se conserva en el Louvre, y una segunda, en la National Gallery de Londres).
La Virgen de las Rocas emana una atmósfera extraña, humana y divina al mismo tiempo, que parece como si invitara al observador a "entrar" en el cuadro franqueando la frontera invisible entre la realidad y la representación. Esta sensación la provocan dos elementos que son característicos del arte de Leonardo: la gracia natural de las cuatro figuras unidas por el juego de las miradas y de las manos, y la decoración con plantas y rocas, que sirve de fondo y sumerge a los personajes en las profundidades fantásticas que evocan el misterio divino. (En uno de los numerosos tratados sobre la pintura dedicados a la representación de montañas y de paisajes montañosos, de plantas rocas, Leonardo precisa abruptas y áridas cimas de la montaña con sus "plantitas achaparradas", representa las clases y las especies de los paisajes montañosos, etc.





En este cuadro, las manos (al igual que las miradas) dialogan entre sí.


Dama con armiño
Es sorprendente el número de retratos femeninos dentro de la obra pictórica de Leonardo, aunque no hay nada de extraño en que estas damas influyentes se hicieran retratar por un artista de renombre.
Por su parte Leonardo necesitaba ganarse la vida y deseaba tener contentos a su protectores. La famosa "Dama con armiño", es uno de los retratos más bellos del artista. Leonardo la representa en escorzo, el rostro apenas girado sobre el hombro izquierdo, con un armiño blanco en los brazos.
Lo sorprendente en este cuadro, es el juego de la luz y de los reflejos sobre el rostro de finos rasgos que resaltan sobre el fondo oscuro.
Los dedos ahusados de Cecilia Gallerani repiten el motivo de los dedos de la Gioconda, pero en el retrato de Monna Lisa las manos resaltan mejor en la morbidez del claroscuro.

La última cena
En esta obra se encuentran los aspectos fundamentales de la pintura de Leonardo: la sensibilidad del artista y el rigor del sabio, la fuerza de los sentimientos y el orden de la razón.
El observador participa en la escena como si fuera un convidado que acaba de levantarse de la mesa y escucha, estupefacto, las palabras de Cristo: "uno de vosotros me traicionará".
¿Cómo consigue Leonardo hacernos entrar en la escena? Simplemente, haciendo coincidir el punto de fuga con el ojo del observador, creando de esta manera la ilusión de una continuidad entre el espacio real y el espacio imaginario.




La Gioconda
Leonardo invita al pintor a que analice todas las situaciones que le permitirán utilizar ese poder que tienen las sobras de crear misterio y armonía en la vibración del claroscuro. La luz del atardecer en un día de cielo cubierto es uno de estos instantes propicios. Y cuando aconseja: "Mira la luz de la vela y contempla su belleza, cierra los ojos y mírala de nuevo: lo que ves ahora no existía antes  lo que existía ya no está ahora". Hay que saber que las sombras dan ida a los objetos, que las formas se modifican continuamente en el juego del claroscuro que es finura y suavidad.
En los reflejos cambiantes de la luz, en la sombra que vela y rodea de misterio, en el "sfumato" que difumina y modela delicadamente los contornos, Leonardo encuentra y oculta al propio tiempo el secreto de la vida e invita a nuestra imaginación a que participe en la alquimia de esta "recreación" de la realidad.
El éxito de su obra "Monna Lisa" ("Gioconda") reside, fundamentalmente, en su misteriosa apariencia: ¿piensa?, ¿sonríe?, ¿a quién mira?...


Leonardo Da Vinci constituye, con su pasión por las más diversas formas del saber, el gran arquetipo del hombre renacentista. Sus manuscritos y dibujos nos hablan de su dimensión científica, sus escritos de su cultura clásica y de su afán de experimentar, sus contadas obras de arte muestran a un hombre excepcional igualmente dotado para la creación estética que para la ciencia. Dos de sus pinturas: "La última cena" y "La Gioconda", son ejemplos de la historia de la pintura. Ya en "La Virgen de las Rocas", Leonardo se había mostrado como gran maestro de la composición triangular y de las luces. Somete al dibujo a un efecto de difuminado, por medio de contrastes suaves de sombras y luces, que a un tiempo prestan volumen y aire enigmático a las figuras. En los rostros una suave sonrisa introduce la misma impresión poco precisa, susceptible de interpretaciones diversas, en el campo de las expresiones. Todos estos valores brillan en su "última cena" del convento de Santa María de las Gracias de Milán, gran fresco reducido a ruinas por el escaso cuidad en conservarlo y por las sustancias químicas que el pintor introdujo en sus pigmentos. A la composición general dedicó el artista muchas jornadas, y Vasari nos relata el cuidado que consagró a cada rostro, buscando modelos durante meses y a cada pincelada de color.

Según Leonardo Da Vinci en su "Tratado de la pintura", para él:
"La pintura es ciencia"



Y hasta aquí este breve resumen sobre el Humanismo, el Renacimiento y una de sus figuras clave como es Leonardo Da Vinci, espero que os haya gustado y que os haya picado el gusanillo de seguir investigando sobre este periodo y sobre la figura de este gran personaje.


Bibliografía:
  • Enciclopedia multimedia del arte universal. Tribuna
  • Leonardo. Colección: Clásicos del arte. Noguer. Rizzoli editores.
  • Leonardo. Marco Rosci. Editorial Carrogio.
  • Estudios sobre iconología. Panovsky


Comentarios

  1. ¡Hola, Mari Carmen!

    Una vez más me ha vuelto a encantar tu entrada sobre Da Vinci y no he podido parar de leer hasta llegar al final :) Me ha gustado como has combinado su vida con sus obras más importantes y una de las cosas que destaco es que esta entrada ha sido muy visual <3

    Por cierto, y hablando de la famosa La Última Cena, no sé si alguna vez has visto Las Chicas Gilmore pero ayer volví a ver el episodio en el que los habitantes del pueblecito de las protagonistas recrean precisamente esta obra y es genial. Te paso el link por si lo quieres ver :) Es a partir del minuto 2:25 :)

    ¡Un beso y espero que estés pasando un buen verano!

    https://www.youtube.com/watch?v=3wJnjBPZ_L0

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    1. Hola, Laura!

      Me alegro mucho que te haya gustado la entrada, he procurado ser bastante breve y centrarme sólo en sus cuadros más famosos, porque si no sería larguísimo.
      He visto el link que me has sugerido, es estupendo, parece el cuadro de verdad.

      El verano está siendo normalito, no me puedo ir de vacaciones, pero otro año será. Espero que tú verano esté siendo estupendo.

      Un beso muy grande

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