Entrevista a Ramón Aguirre
En esta ocasión vamos a conocer un poquito
más al escritor Ramón Aguirre. Natural de Puertollano (Ciudad Real). Es escritor
y profesor, titulado por la Universidad de Magisterio de Castilla - La Mancha.
Tiene publicados varios libros: “Sueños de ultratumba”, “Lágrimas de fuego”,
“Mitos de Insomnia”, “En el límite
del silencio”, “El pueblo de Nilyaé” (Podéis leer la reseña de "El pueblo de Nilyaé" Aquí). Ha ganado varios certámenes literarios;
es cofundador del Grupo Literario “La Plvma Negra” y también colabora con
diferentes medios de comunicación.
Podéis
visitar su blog: http://abrazandolaniebla.blogspot.com
Cuéntanos
un poco cómo comenzaste a escribir.
La
verdad es que ya desde pequeño tenía mucha imaginación, en ocasiones necesitaba
expresar ciertas cosas que se me pasaban por la cabeza. Me encantaban las
historias fantásticas, por aquella época mi favorita era “La historia interminable”
de Michael Ende, que me marcó mucho. También me encantaban series como “V” con
aquellos efectos especiales. Me figuro que las personas de nuestra generación
nos entienden mejor. Hice mis primeros pinitos con la poesía. Escribí mi primer
poema en el año 1988, el cual recité a mi madre y a mi hermana. Y bueno, en
principio, ahí se quedó la cosa.
Después
seguí escribiendo poemas, románticos la mayoría.
En mi
época de instituto comencé con relatos cortos, aunque seguía con la poesía. La
verdad es que fue una época muy prolífica en cierto sentido.
También
he escrito dos cuentos infantiles de príncipes y princesas que en estos
momentos están siendo ilustrados.
También
empecé borradores de otros relatos.
Con el
tiempo he seguido escribiendo, aunque no me dedico a ello al cien por cien,
ojalá, pero no. Yo soy profesor, doy clase y seguiré porque también me gusta
mucho mi trabajo.
Es
más, hoy en día no creo que muchos escritores puedan dedicarse única y
exclusivamente a escribir, porque veo muy complicado poder vivir de ello.
Entonces,
¿no ves que la literatura en España vaya muy bien? ¿Piensas que se lee poco?
Pues
la verdad es que no. En general, no la veo bien en ninguna parte.
Pienso
que hay gente que lee muchísimo, pero también otra mucha que no lee
absolutamente nada. Entonces no está la balanza equilibrada.
¿Tienes
algún referente o un estilo que te guste más que otro?
Yo
creo que un creador debe nutrirse de todos los estilos y géneros posibles y,
además, no encasillarse en un estilo o género concreto. Bien es verdad que uno
se puede encontrar más cómodo en algún estilo o género porque sea en el que
mejor te muevas, es bueno de vez en cuando salir de la zona de confort y probar
cosas nuevas.
Si
bien es verdad que me gustan muchos escritores como Stephen King, Arturo
Pérez-Reverte, Ramón Merino (gran poeta, que en paz descanse)
Eduardo
Egido, Luis García Pérez, Manuel Valero
Cuando
escribes ¿En qué te inspiras? ¿En alguna situación? ¿En alguna persona?
Depende,
por ejemplo, si escribo un poema de amor, no necesariamente estoy pensando en
nadie, o sí, no sé. Y si escribo un relato no me baso, realmente en nada, esto
se puede ver en “El pueblo de Nilyaé”.
Y es
que cada lector se imagina luego la historia, los personajes, en este sentido y
en “El pueblo de Nilyaé” ni siquiera se sabe cómo es el personaje, si rubio,
moreno…
¿Qué
prefieres escribir poesía o novela?
Es diferente, porque la poesía es una necesidad
de sacar sentimientos y pensamientos y cosas que uno lleva dentro. Dejarlo
reposar, o incluso hacer un poemario. La novela es diferente, ir escribiendo,
releyendo, corrigiendo, volviendo a escribir… Es un trabajo distinto.La verdad es que me gusta la libertad a la hora
de crear, si me apetece escribir poesía, pues escribo poesía, si me apetece
escribir un relato o una novela, pues me pongo a ello. Disfruto de esta
libertad porque además me gusta entregarme al cien por cien en lo que hago.
Comentas
que la poesía, especialmente, es una necesidad de expresar cosas. ¿Buscas que
el lector reflexione sobre lo que has escrito o simplemente que disfrute de la
lectura sobre eso que has expresado?
¡Vaya! ¡Qué buena pregunta! Nunca me la habían
hecho y es muy interesante. Yo creo que lo que llega hace reflexionar. Yo
escribo lo que siento, lo que llevo dentro, y luego ya si se publica y una
persona lo lee, que cada uno saque su conclusión y reflexione lo que quiera reflexionar.
No está centrado en ello, aunque luego el tema dé más o menos para la reflexión:
violencia de género, protección de animales o más metafísicos como son la
mayoría de mis poemas en la actualidad. En fin depende de muchas cosas. Lo
ideal es que se den las dos cosas juntas, que disfrute y que reflexione; y que lo
que uno ha escrito llegue de alguna forma al lector.
¿Planificas
mucho las historias al detalle antes de comenzar a escribirlas o según van
surgiendo?
Normalmente me dejo llevar. Luego son los
personajes y las circunstancias lo que hace que vaya fluyendo. Lógicamente
siempre tengo alguna idea inicial concreta, por lo menos cómo va a empezar y
por dónde más o menos puede ir el argumento y desarrollo. Por ejemplo, en “El
pueblo de Nilyaé” fue una idea que surgió mientras estaba estudiando en la
Universidad, así que, al mismo tiempo iba escribiendo esa idea que tenía en mi
cabeza. Lo dejé ahí. Unos años después pasé el relato que tenía a ordenador y
fue creciendo. Porque en principio era un relato corto de unas veinte páginas
más o menos, pero comenzó a crecer la historia, el pueblo, el ambiente, la
atmósfera. Al principio, era un boceto que fue generando más ideas, llegando a
convertirse en una novela.
Pues
ya me has contestado a una pregunta que te iba a hacer porque te iba a
preguntar que cómo surgió la idea de tu novela. Jejeje. ¿Qué
te llevó a situar la novela en un pueblo desconocido?
Porque surgió así. Al principio era un pueblo
maldito, no me sonaba mal como título al principio, pero como el pueblo lo
maneja Nilyaé, pues a la hora de publicarlo se quedó con “El pueblo de Nilyaé”.
Después de su publicación, alumnos míos y
lectores siempre me han preguntado si iba a continuar. La verdad es que la
historia estaba cerrada y yo no pensé en ningún momento nada más. Si bien es
verdad, que el final no es cerrado, porque no me gusta dar todo hecho al
lector. Pero me seguían diciendo que continuase con otra novela más larga. Y ya
uno a los personajes le coge cariño, hasta al malo, porque va dando juego. Y es
a partir de aquí cuando sí comienzo a imaginar y digo: “¡Anda! Y si ahora
pasara esta otra cosa…”
La
verdad es que, a los lectores, las novelas cortas se nos quedan un tanto cojas
porque nos gustaría saber más. Más de los personajes, más de lo que ocurre… Al
ser tan rápida es lo que tiene.
Es la primera parte de tres. La segunda parte,
en la que ya estoy trabajando, ya puedo decirte que la trama, la historia y la
acción se desarrollarán en una ciudad y no en un pueblo. Seguramente la ciudad
exista sólo en mi imaginación y posteriormente en la imaginación de los
lectores. Y de la tercera prefiero no contar nada. Aún queda mucho trabajo en
“La Trilogía de Nilyaé”.
¿Cuánto
tiempo te llevó escribir “El pueblo de Nilyaé”?
Cuando empecé también comencé otras historias,
como uno de ciencia-ficción, la cual tengo un tanto aparcada, debido a que le
he dedicado más tiempo a “El pueblo de Nilyaé”, desarrollando más la historia,
la trama, el pueblo…
También tengo en mente escribir una obra de
teatro. La verdad es que tengo en mente hacer muchas cosas. Mi imaginación no
para. Me gusta que lo que escribo tenga un poco de todo: intriga, humor, amor,
acción, fantasía… Que tenga un equilibrio.
Contestando a tu pregunta, en escribir “El
pueblo de Nilyaé” realmente tardé un año, el primer año de carrera, aunque
luego la he ampliado y revisado.
¿Has
cambiado o reescrito finales que ya tenías escritos?
Yo creo que no. Lo que he hecho ahí queda,
puedo haber cambiado alguna palabra. Tengo más principios y más argumentos que
me lleven por varios caminos dentro del argumento que finales.
Es como cuando te dicen, pues tiene que
terminar de tal forma. Ya te condiciona y no tienes la libertad para
desarrollar el potencial que puedas sacarle a esa novela que estás escribiendo.
En ese sentido ¿qué prefieres la
autopublicación o publicar con una editorial?Publicar con una editorial, especialmente con
una gran editorial, es complicadísimo, porque además, este mundo está cada vez más
cerrado. Antes había muchas editoriales pequeñas que ahora las han absorbido
las grandes editoriales. Sí puedo decirte que la segunda parte de “El pueblo de
Nilyaé” saldrá con la misma editorial, Atlantis. Y el próximo libro de poemas
lo publicará Ediciones Milenio, tenemos Javier Flores (editor) y yo un buen
pálpito con este proyecto, ya que es algo novedoso en la forma de edición
final. Esperamos presentarlo en el mes de octubre.
Lo de autopublicar claro que te lo planteas,
porque el escritor por regla general se suele llevar sólo el 10% de las ventas,
lo que me parece muy poco debido a la idea, el trabajo, la investigación, en
general todo lo que conlleva escribir una novela.
Yo hay veces que me he planteado la autoedición
por rentabilizar mejor mi trabajo. Porque con las editoriales no veo justo el
porcentaje que se lleva el escritor. Si el libro cuesta de venta al público,
supongamos diez euros, el escritor se lleva uno. ¿Cuánto tienes qué vender?
¿Cómo vas a poder vivir de la literatura? Esto poca gente lo sabe y me gusta
compartirlo, a ver si encontramos solución entre todos.
Debido a tu amplia experiencia en
concursos literarios, ¿no te has planteado presentarte a concursos nacionales?
Los premios regionales o provinciales, por
ejemplo, tienen como requisito en las bases que estés empadronado en estos
sitios. Y si vas a los nacionales es más complicado, ya no sólo por la cantidad
de escritores que se presentan, sino que también muchos de ellos ya están dados
de antemano. Además, el presentarse a un premio también requiere mucho tiempo y
dinero, lo que les envíes a concurso tiene que estar perfecto, al igual que si
lo mandas a una editorial.
Miraré el concurso de autores indie de Amazon.
¿Qué destacarías de tu novela “El pueblo
de Nilyaé”?
¡Qué difícil! Yo destacaría la historia en
general porque te lleva por varios sitios de forma ágil, porque son capítulos
cortos. Nilyaé, el malo, porque sale en la portada y porque es muy misterioso,
al igual que el protagonista, del que se sabe muy poco, sólo algunas pinceladas.
Según va avanzando la novela se ve un poco cómo
son los personajes debido a su forma de comportarse, no hace falta una
descripción concreta. Descubriendo las cosas cuando el lector debe
descubrirlas. No creo que todo haya que analizarlo punto por punto, porque el
escritor muchas veces se toma licencias. Es lo que ocurre en cierta forma con
la Ciencia-Ficción, es Ciencia-Ficción. Y si un personaje muere y luego llega
una bruja que lo resucita, eso es una licencia del género, como ocurre en la
Fantasía. Otro ejemplo fue Julio Verne, un visionario, ¿quién nos iba a decir
que muchas de las máquinas e inventos que aparecían en sus novelas iban a construirse
después? Obviamente siempre dentro de una coherencia.
¿Qué parte de la novela te ha resultado
más difícil a la hora de escribirla?
Yo creo que lo más difícil es lo que está por
venir, porque esta primera parte, realmente surgió sola. Al estar metido sólo y
exclusivamente en esa historia y esa trama, hay veces que sin darte cuenta las
ideas van apareciendo solas.
¿Eres metódico a la hora de escribir?
¿Dedicas un tiempo concreto a escribir?
No. No soy nada metódico. Las ideas vienen
solas. En cuanto a la forma de trabajo, tampoco me obligo. Como te he comentado
soy profesor y eso me lleva mucho tiempo, por lo que escribo los fines de
semana, en las vacaciones, ratitos en los que estoy más relajado y tranquilo. Y
también cuando viene la inspiración. No tengo horario concreto, porque también
preparo las clases de mis alumnos, corrijo, etc…
Además, yo necesito también tiempo para leer,
no sólo porque me gusta, sino también para “nutrirme de letras” y desconectar
con ello.
También me gusta el deporte, dedicar tiempo a
mi perro Winter, a mi familia, y en general a los quehaceres diarios, que todo
es necesario.
Al final intento sacar tiempo de donde no
tengo.
¿Tienes alguna manía a la hora de
escribir?
El café y la música. El café tanto para
escribir, como para leer, como para dar clase. Siempre tengo mi café y mi
botella de agua. Y la música, no un tipo de música concreto. Más bien lo que me
apetezca escuchar en ese momento. Me ayuda a evadirme de la realidad y poderme
centrar más en lo que estoy haciendo. Concretamente cuando estaba escribiendo
“El pueblo de Nilyaé”, me inspiraba “Babylon” de OBK, que es su disco más intimista.
Pero realmente me pongo la música que me apetece escuchar en cada momento.
A la hora de escribir, normalmente me gusta, primero,
escribir en papel, pasarlo al ordenador e imprimir lo que he hecho ese día y
dejarlo. Al día siguiente, coger el papel que he impreso, releerlo, rectificar
lo que vea que no me gusta y continuar, y pasarlo todo otra vez. Todo tiene su
importancia y requiere su trabajo.
Para terminar, en tu faceta de escritor,
en general ¿Qué es para ti lo más satisfactorio? ¿Qué es lo que más te llena en
este sentido?
Todo.
El hecho ya de escribir es una pasada, porque yo el considero que los que
tenemos imaginación para crear historias ya tenemos un premio en sí.
El
proceso creativo me gusta mucho, yo creo que un escritor nace, por el hecho de
tener algo innato, pero también es trabajo.
Me
encanta este proceso creativo, desde que te imaginas la historia, pasando por
plasmarla en papel, cómo va surgiendo todo y va cogiendo forma. Para mí, el
desarrollo de todo este trabajo ya es algo muy enriquecedor. Luego viene
después otro proceso muy diferente, y que, para mí, también es muy enriquecedor
y es con los lectores que han leído tu obra, a los cuales les puede gustar o
no, obviamente. Y esto también enriquece mucho, porque te pueden decir pues
esto… yo pienso que tal, y puedes pensar, anda, pues no me había dado cuenta.
Aunque no me ha pasado esto nunca, pero me podría pasar. Y considero que con
ello también se aprende.
En
resumen, de mi faceta de escritor me satisface todo: desde concebir la idea, plasmarlo
en el papel y verlo crecer. De la promoción el contacto con los lectores que se
acercan a lo que tú has plasmado con mucho trabajo e ilusión. Simplemente
disfruto con todo ello.
Ramón,
quiero darte las gracias por tu tiempo, y por ese rato tan estupendo que
pasamos.
¡Hola, Mari Carmen!
ResponderEliminar¡Una entrevista genial! ¡Me encanta esta sección!
¡Un beso!
Hola, Laura!
EliminarY a me encanta que a ti te guste, jejeje. La verdad es que como vivimos en el mismo sitio pudimos quedar y hablar no sólo de sus libros, sino también compartir impresiones y opiniones. Fue estupendo. Ojalá pudiera hacer lo mismo con todos, pero por desgracia la distancia, el presupuesto para viajes y el tan poco tiempo libre me lo impide.
Un beso muy grande para ti también!
hola! que placer compartir contigo esta entrevista, te felicitamos por el trabajo y nos llevamos esta y otras reseñas, saludosbuhos! felicitaciones.
ResponderEliminarHola!
EliminarMe alegro mucho que os haya gustado. La verdad es que no es lo mismo una entrevista a distancia que otra entrevista de tú a tú con un café. Hubiera dado para mucho más.
Podéis revolotear por mi ventana las veces que queráis y, cómo no, a dejar vuestros comentarios.
Un saludo!