El lápiz del carpintero - Manuel Rivas
- TÍTULO: El lápiz del carpintero
- AUTOR: Manuel Rivas Barros
- EDITORIAL: Alfaguara, 2010
- Nº DE PÁG.: 184 páginas
- ISBN: 9788420406787
- ENCUADERNACIÓN: Tapa blanda
- PRECIO: 16,50 €
Sinopsis:
"En la cárcel de Santiago de Compostela, en plena Guerra Civil, un pintor
dibuja el Pórtico de la Gloria con un lápiz de carpintero, reflejando
los rostros... y aún más, la desesperación de sus compañeros de
presidio. Un guardián, su futuro asesino, lo observa todo. A partir de
aquí se dibuja una historia donde el amor logra
¡ATENCIÓN! Hay spoilers
- El autor: Manuel Rivas Barros
Nació en La Coruña en 1957. Desde el bachilllerato, simultanea la creación literaria con la actividad jornalística. Estudió Ciencias de la Información en Madrid, donde funda la revista Loira. A su vuelta a Galicia fue subdirector del Diario 16 de Galicia y responsable de cultura del Globo y colaboró en medios audiovisuales.
En sus reportajes mezcla es saber popular y la cultura de masa, armonizando la visión técnica y ancestral de España con mentalidad tecnológica y consumista contemporánea, siempre con una esperada prosa.
Algunas de sus publicaciones: Libro de Entroido (1979), El león de cuatro vientos (1990), Un millón de vacas (1990), Salvaje compaña (1994), éct.
- Su obra: El lápiz del carpintero
Esta obra es para Manuel Rivas "como si se abriera una grieta en un muro y no cansarse de ver el paisaje humano pueto al descubierto".
El punto de partida fue un testimonio de una conversación una persona que ya falleció, Francisco Comesaña. A Rivas le gusta mucho escuchar. Le interesa todo lo que la gente cuenta, pero hay ocasiones especiales en que nota como si se activase un receptor interior que le dijese: "esto es algo más que una confidencia". Cree que antes de escribir esta novela ya existía una base hecha por una especie de memoria colectiva. Además, lo que quería intentar hacer respondía a un deseo, pero también a una obligación. La vida de Francisco Comesaña, las historias de vida que le contó fueron la chispa que prendió la mecha.
El lápiz del carpintero es una historia de amor que se sobrepone a la destruccion y suspensión de las conciencias, de posesión lúdica que se sobrepone a la pesesión diabólica. Una novela sobre la guerra histórica, contada desde nuestros días.
Es una novela donde se da importancia a las miradas. Y no lo digo sólo por ese hermoso caítulo donde narra como el pintor dibujaba a sus compañeros de Flacona como si fueran los músicos del pórtico de la gloria, sino más bien por esa mirada profunda y comprensiva como ser humano que vive en todo el texto, mismo como seres que parecen más deshumanizados, como el guardia Herbal.
- Resumen de la novela: El lápiz del carpintero
Es el guardia Herbal quien nos cuenta la historia, a través de lo que le cuenta a María da Visitaçao, una de las chicas del bar. Comienza a hablar de los primeros presos que tuvieron, el Pintor. La cárcel de Santiago estaba enfrente de la catedral. Allí los presos paseaban por los patios y desarrollaban intensas tertulias, pero el Pintor decía que estaban empezando a coger color de presos, porque eran presos. Herbal se entretenía escuchándolos durante sus horas de guardia. Muchas veces hablaban de política, especialmente de la República. Dentro del conjunto de presos se encontraba Casal, un republicano galleguista, que promovió algunas editoriales más emblemáticas de los años 20, fue asesinado. También se habla de Novoa Santos, al que se alababa y se dedecía que "no era digno de un país tan ingrato" (L.C., 31).
El pintor había conseguido un lápiz de carpintero. Con ese lápiz se dedicaba a pintar el pórtico de la catedral de Santiago y cada una de las figuras era un retrato de cada uno de sus compañeros de la cárcel, así por ejemplo, Casal era Moisés.
Da Barca conoció al Pintor en un manicomio donde fue a retratar enfermos mentales. Da Barca fue investigado, daba mítines y conferencias, pues era republicano, además se codeaba con anarquistas, socialistas y comunistas.
Herbal había formado parte de las tropas del General Franco, quien sofocó la revolución minera de Asturias en 1934.
El doctor Da Barca tenía novia, Marisa Mallo, la cual estaba dispuesta a morir por él.
Después comenzaron a trasladar a presos a La Coruña y Herbal apuntó a escondidas el nombre de Da Barca y luego se presentó voluntario para trasladarse allí.
En aquel lugar era donde se daban más número de fusilamientos, incluso Herbal tuvo que salvar a Da Barca de ellos. Herbal hacía todo eso guiado por una voz interior, la voz del Pintor, a quien él había matado. Era como si estuviera en deuda con el propio pintor por haberlo matado.
En uno de los plotones de fusilamiento, Herbal consigue que dejen moribundo a Da Barca, al cual recogen unas lavanderas, que iban a lavar cerca de la cárcel, y curaron sus heridas. Pero llegaron unos soldados y volvieron a llevarlo a prisión donde ufe conducido a la enfermería y allú fue donde el doctor Sonlans lo curó, a pensar de que muchos querían verlo muerto.
En las cárceles el ambiente era sucio. Cuando Da Barca se recuperó fue sometido a un consejo de guerra y condenado a muerte, pues era considerado dirigente del Frene Popular y a uno de los cerbros del comité revolucionario.
El asunto de Da Barca llegó al exterior de España, llegando a ser un asunto internacional desde donde se pedía su indulto.
Pronto, los presos se organizaron dentro de la cárcel, de tal modo que organizaron sus propias asambleas y juicios para poner paz entre ellos, también hicieron que se adpotasen medidas de higiene, étc., mejorando así la vida en la cárcel. Incluso formaron su propia orquesta: orquesta cinco estrellas.
A pesar de todo, eran tantas las carencias que comenzaron a imaginar banquetes suculentos y a fantasear y soñar, siendo esto una forma de dar placer al cuerpo, ñaunque muchas veces se topaban con la realidad.
Herbal recordaba también los momentos en los que era niño y estaba rodeado por la naturaleza.
Pero en la cabeza de Herbal no sólo estaba el Pintor, sino que con él competía el Hombre de Hierro, que le decía que debía ser duro y mantener a raya a los presos, para que elllos supieran quién era el que mandaba. Pues Herbal era un soldado y debía dominarlos.
En La Coruña, Herbal vivía con su hermana y con su marido, el cual la maltrataba, éste era decomisario de bienes.
Mientras en la cabeza de Herbal ganaba el Hombre de Hierro, todo su afán era perjudicar a Da Barca, denunciándolo por tonterías, gracias a eso, Da Barca estuvo mucho tiempo en una celda de castigo y a Herbal le ascendieron a cabo. Pero el Pintor volvió a la cabeza de Herbal y éste volvió a proteger a Da Barca.
Volvían a trasladar a los presos. El reloj de la estación de La Coruña estaba parado y un niño vendía periódicos, entre ellos La voz de Galicia. El titular de ese día en el periódico era: "Hitler y Franco se entrevistan". En la estación había un convoy que llevaría a los presos a su nuevo destino, la mayoría de esos presos estaban enfermos de tuberculosis.
El nio no vendía muchos periódicos, además la gente que los solía comprar no lo hacía para leerlos, sino para darle otra utilidad, por ejemplo, para hacer capiruchos y meter en ellos castañas.
Marisa llegó a la estación buscando a Da Barca y cuano lo encuentra se abraza a él, pero son separados por el guardia. Herbal supo en aquel instante que Marisa y el doctor estaban enamorados.
El teniente a cargo de la misión estaba enfurruñado porque no le gustaba la misión de transportar un tren donde reunieron a doso los presos de tisis de las cárceles de Galicia, además se iban muriendo por momentos. El destino del tren era un sanatorio penitenciario de Valencia. Era un viaje duro y largo, pues ya sólo para llegar a Madrid, el tren tardaba dieciocho horas. Este traslado se realizaba en una condiciones pésimas, pues les daban muy poca comida y casi nada de abrigo.
Mientras Da Barca escribía una carta de amor a Marisa, le llegaba un telegrama que confirmaba su boda con ella, como él estaba en la cárcel y ella a miles de ilómetros se casaron por podere.
Eran las monjas quieneres ayudaban y se encargaban de los presos en la enfermerías.
Después volvieron a trasladar a Da Barca a la prisión de Galicia. Cuando llegaron a la estación de Coruña estaba Marisa esperando, y Herbal y el sargento García quisieron hacerles un "favor", previo pago, buscando un hotel para la pereja de novios y psasesn allí su noche de bodas.
Después Da Barca volvió a la cárcel. Herbal cuenta que lo soltaron a mediados de los 50 y que con su mujer y su hijo se fueron a América, ahora, se enteraba de que Da Barca había muerto por una esquela en un periódico.
- Contexto histórico de la novela
Ya en el mismo momento en que el Frente Popular ganó las elecciones en 1936 comenzaron las conspiraciones.
Mola (Conocido en el lenguaje clandestino como "el dictador") fue el organizador de la rebelión y Sanjurjo, el dirente máximo.
El levantamiento comenzó en Melilla, donde se encontraba la Legión (formada por fugitivos y marginados) formada por soldados españoles con gran espíritu de combate.
Franco se sublevó en Canarias, y con la ayuda alemana, llegó a Tetuán donde asumió el mando de las tropas en Marruecos. Sin embargo, en la Península la rebelión fracasó en la mayoría de los núcleos industriales y en las principales ciudades, con excepción de Sevilla, que fue dominada por el General Queipo Llano.
Finalmente, fue Giral quien armó a las milicias populares, muchas de ellas constituidas por voluntarios de los sindicatos. Debido a esto, el poder del Estado se dividió, surgiendo comités que controlaban la justicio y la policía. Cada uno tenía su patrulla e incluso su propia cárcel.
La mayor parte de la España industrial era leal a la República, e incluso una parte del ejército y de la Guardia Civil no secundó la sublevación.
Los rebeldes confiaban en tomar Madrid y planearon todo en función de ese ongjetivo, pero el golpe militar se transformó en una guerra civil que duraría casi tres años.
Navarra y Sevilla eran las bases principales de los golpistas; en sus filas no existía todavía un mando único.
Los generales dirigieron sus tropas hacia Madrid, pero las tropas de Mola quedaron contenidas en Somosierra por la resistencia republicana.
Debido a su gran actuación, Franco fue nombrado "Jefe de Gobierno del Estado" y "Generalísimo de los Ejércitos" por Cabanellas.
Los republicanos iniciaron la contraofensiva y recuperaron Albacete, pero no Córdoba; los rebeldes avanzando desde Navarra tomaron Irún y San Sebastián.
Uno de los hechos más sobresalientes fue la batalla de Madrid, donde el ejército republicano, los milicanos y las Brigadas Internacionales resistieron.
Pero desde Guadalajara, Franco intentó crear una operaicón para tomar la capital con la ayuda del ejército italiano, pero los republicanos lograron evitar la ofensiva.
Franco vió que la guerra sería larga y reoganizó su estrategia, dirigiéndose a otros puntos para aislar la capital y reducir el territorio controlado por el Frente Popular.
La guerra adquirió un carácter internacional, alcanzando grandes dimensiones en Europa y América.
Pero la guerra no sólo provocó la descomposición del poder político, sino que inició un proceso de transformaciones sociales y económicas dirigidas por los sindicatos.
En esos años, muchos propietarios de tierras y empresarios abandonaron sus propiedades por miedo a represalias. Así, tierras y fábricas pasaron a manos de obreros y campesinos. Las colectivizaciones fueron resultado de discusiones sobre su oportunidad y eficacia, éstas fueron vistas por los anarquistas como el camino de la revolución social. También se colectivizaron industrias en Cataluña y Valencia. Las tropas franquistas desmantelaron las posiciones en Aragón y Cataluña quedó aislada. Debido a esto, los republicanos intentaron una ofensiva por el Ebro.
Así, las tropas rebeldes alcanzaron el Mediterráneo en Abril del 38, partiendo la República en dos y haciendo más difícil su pervivencia. Tras la batalla del Ebro, el ejército popular perdió gran número de efectivos y no pudo resistir al avance de los nacionales por Cataluña.
A pesar de todo, Negrín, que sustituyó a Largo Caballero, quería continuar la guerra. Sin embargo, algunos deseaban una paz pactada para evitar al máximo la represión. Pero Franco promulgó la Ley de Responsabilidades políticas que no permitía ninguna concesión y que declaraba la responsabilidad política tanto en personas jurídicas como de las físicas que hubiesen contribuido a crear o agravar la subversión.
En 1939, Franco firmó el último parte de guerra. La República fue aniquilada y comenzó la formación de un "nuevo Estado" dirigido por Franco como "caudillo".
Fuente del mapa: http://www.elhistoriador.es/guerracivilmapas.htm |
En estos mapas de la guerra civil se has escogido cuatro fechas como las más significativas: julio de 1936, en que se señalan los principales centros del pronunciamiento militar y las primeras campañas; marzo de 1937, en el momento en que, fracasada la ofensiva sobre Madrid, los militares sublevados llevan la actividad militar el norte; marzo de 1938, cuando, tras las batallas sobre Teruel, las tropas del general Franco alcanzan Vinaroz, en una ofensiva que parte en dos la zona republicana; febrero de 1939, cuando ocupada ya Cataluña, la zona republicana ha quedado reducida y es incapaz de prolongar la guerra.
- Relación estrecha entre la novela y la historia
Desde un principio, la obra nos sitúa en un período concreto de la historia de España como es la Guerra Civil. Para ello, el autor menciona fechas, hechos y figuras relevantes como son: las elecciones de Febrero de 1936, la victoria del Frente Popular en dichas elecciones, la revolución minera de Asturias de 1934 y figuras como el General Franco.
El guardia Herbal cuenta que en La Coruña, cerca de la cárcel se respiraba lamentos humanos por los fusilados:
"... los solían llevar a morir muy cerca, al Campo de la Rata, a la orilla del mar...", "... después de cada descarga un silencio de lamento humano...", "Entre los prisioneros escogidos para se asesinado, sobrevivía alguno al que le tocaba una bala de fogueo. Y esa suerte, esa vida por azar, hacía todo más dramático..." (L.C., p.67).
Pero no siempre llevaban a los presos a las cárceles y después los fusilaban, sino que muchas veces, los fusilaban en el mismo momento que los apresaban. Por lo que algunos de los detenidos que se habían opuesto al alzamiento (militares leales, alcaldes, obreros...) eran fusilados públicamente. Todo esto no lo especifica bien Manuel Rivas en su obra.
Además, a los presos no sólo los tenían en las cárceles, sino también en campos de concentración donde trabajaban duramente en unas condiciones pésimas, ues en esos sitios, el ambiente era sucio y los presos estaban llenos de piojos y ladillas debido a la falta de higiene, además, también había ratas. Pero no sólo eran los presos los que padecían enfermedades, también los propios militares del ejército, por ejemplo Herbal, que padecía, según el docgtor Da Barca de corazón.
Tampoco a todos los presos, cuando se les arrestaba, eran sometidos a un consejo de guerra, sino que directamente eran condenados a muerte o incluso los fusilaban cuando los apresaban, especialmente a los cabecillas y dirigentes del bando contrario.
"... el doctor Da Barca fue sometido a consejo de guerra y condenado a muerte. Se le consideraba uno de los dirigentes del Frente Popular, coalición política de la anti-España, propagandista del Estatuto de Autonomía de Galicia, de tendencia separatista y uno de los cerebros del Comité revolucionario que organizó la resistencia contra el glorioso movimiento de 1936". (L.C., p.75).
Pero el autor no sólo se ciñe al período de guerra, sino que se remonta a otro período de tiempo anterior a ella, donde los años eran felices a pesar de toda la pobreza de la población. Per la guerra era cruel, donde tenían que luchar hermanos contra hermanos, hijos contra padres y viceversa. Por eso, Herbal recordaba la época en que era niño y la bella naturaleza que lo rodeaba sin odios y todo era armonía que contrastaba con la destrucción y el caos que ocasionó la guerra en su vida.
Además, la obra trata un tema misógeno, pues en aquella época, la mujer era considerada poca cosa y sin embargo, fueron las mujeres las que se ocuparon de trabajar los campos para seguir subsistiendo y de cuidar a los niños mientras los hombres estaban en el frente. Esta baja consideración que se tenía de la mujer y que hoy en día se sigue viendo, es representada por el marido de Beatriz, herman de Herbal, Zalo Puga.
"Zalo Puga había engordado durante la guerra. Trabajaba en abastos. Era de los que salían a decomisar víveres por las aldeas. Y se quedaba con una parte del botín. "No lo quería soltar", repitió en tono sórdido. "Se agarraba a los lacones como si fuesen reliquias. Le tuve que sacudir"". (L.C.,pp. 102-104)
A parte de eso, Zalo maltrataba a su mujer, Beatriz, hermana de Herbal.
Este tema se observa también en otra parte de la novela, donde el inspector Arias echa la culpa e la situación que vive España a las mujeres.
"En España no habrá nunca una dictadura perfecta, al estil de la de Hitler, que funciona como un reloj. ¿Y sabes por qué, cabo? Por culpa de las mujeres. Las mujeres. En España, la mitad de las mujeres son putas y la otra mitad monjas". (L.C., p. 173)
Por aquella época, la Iglesia también opinaba en los asuntos de política, así, el capellán decía que los presos habían sido convencidos por el demonio y bendecía la guerra a la que llamaba cruzada, incluso pedía la protección divina de Franco, por lo que se deduce que la Iglesia estaba de parte de la Falange. (L.C., pp. 107-108).
La mayoría de los presos del tren estaban enfermos de tuberculosis.
La mayoría de los presos del tren estaban enfermos de tuberculosis.
"Son presos, cabezón. Presos que están enfermos. Tuberculosos". (L.C., p. 141)
En otro punto de la obra, el autor también vuelve a hablar de las enfermedades, las cuales se daban mucho en aquella época. Habla de ellas en la parte en la que al teniente no le gustaba la misión que le había tocado y la maldecía porque tenía que comandar un tren olvidado y lleno de tisis, además los presos se iban muriendo antes dellegar al destino.
"El teniente... tratándose de muertos, no le gustaba el número de tres. Un muerto es un muerto... Pero a partir de ahí era un montón de muertos... Maldijo aquella misión sin la más mínima gloria. Comandar un tren olvidado, cargado de derrota y tisis...".
Un símbolo que representa muy bien a la España de la Guerra Civil es el reloj de la Estación de La Coruña, el cual estaba parado. Esto simboliza la situación real que se vive en España, un estancamiento de todo el país. Estancamiento que épocas más tarde nos retrasaría en el proceso modernizador respecto al resto de países europeos.
"El reloj de la estación de tren de Coruña estaba siempre parado en las diez horas menos cinco minutos. El chaval vendedor de periódicos, tenía a veces la impresión de que la aguja de los minutos, la más larga, temblaba levemente hasta redirse de nuevo sin poder con su peso, como ala de gallina. El niño pensaba que, en el fondo, el reloj tenía razón y que aquella avería eterna era una determinación realista". (L.C., p. 141)
El niño que había en la estación vendía periódicos, pero los que habitualmente los compraban no los compraban para leerlos, sino que los compraban para darle otra utilidad, por ejemplo, para hacer capiruchos y en ellos castañas. Todo eso da a entender que la gente no estaba muy interesada en la política, sino que se preocupaban más por sobrevivir en una época caótica de guerra donde el hambre se juntaba con las epidemias y enfermedades y con la destrucción de la guerra. Esta situación de pobreza, Rivas la refleja bien en el niño de la estación y en las propias dificultades que tenían los militares para encontrar comida. También se refleja no sólo en los presos, a los cuales sólo se les daba una lata de sardina y una manta, sino también en lso propios militares, a los cuales también se les daba lo mismo, incluso si no había latas de sardinas era un trozo de pan. Así pues, en aquella época de la guerra, la comida escaseaba, no sólo para la población civil, sino también para los militares del ejército y los presos.
Incluso los militares solían ir andando a casi todos sus destinos y no en tren como lo refleja Rivas en la obra. Les daban un trozo de pan para el camino, incluso cogían enfermedades, especialmente piojos, debido a las malas condiciones higiénicas; aunque podían hacerse con el llamado "ingüente soldado", sólo asequible en algunos casos, pues casi no tenían dinero. Además, los propios militares no podían elergir el destino, por lo qu podían estar luchando tanto en el bano nacionalista como en el bando republicano, a no ser que fueran voluntarios.
También la novela se hace eco de la repercusión que tuvo la Guerra Civil Española en el extranjero, llegando a alcanzar un carácter internacional. Así, en la página 182 se puede leer:
"...sus textos, con testimonios de la represión, se publicaban en la prensa inglesa y americana".
- Opinión personal
En esta novela, el lector se encuentra apresado entre los estrechos márgenesque separan la realidad de la ficción. Porque el autor destaca lo mejor de nuestra memoria, aquello que por su propia condición consigue vencer el paso del tiempo. Los grandes ideales y la fe de aquellos hombres y mujeres que lucharon y que gracias a ellos España es lo que es hoy, siendo un puente de unión con nuestros antepasados.
El lápiz del carpintero es también una gran historia de amor. Dicha historia de amor nos enseña el poder de sacrificio del amor, que consigue superar y renovar todo, siendo una tabla de salvación para los amantes, pero también de Herbal, un pobre guardia para quien la vida fue sólo un largo y ruin túnel de brutalidad y miseria. Por obra del amor, vuelve a su condición de ser humano. Un amor de tantas formas como fue dibujado por el lápiz del carpintero.
Esta novela, nos enseña pues que ante una situación tan mala como es una guerra nunca hay que perder la esperanza.
Bibliografía:
- AZAÑA, Manuel: Causas de la Guerra de España. Critica, Barcelona, 1986.
- VV.AA.: Diccionario de la literatura galega. Galaxia, Vigo, 1996.
- JACKSON, G.: La República Española y la Guerra Civil. Grijalbo, Barcelona, 1976.
- -- Breve historia e la Guerra Civil Española. Grijalbo, Barcelona, 1985.
- -- La República Española y la Guerra Civil. Mundo Actual, Barcelona, 1978.
- SALAS LARRAZABA, R. y J.M.: Historia general de la Guerra de España. Rialp. Madrid, 1986.
- THOMAS, H.: La Guerra Civil Española. 2 vols. Grijalbo, Barcelona, 1976.
- VILAR, Pierre: La Guerra Civil Española. Crítica, Barcelona, 1986.
Lamentablemente yo sólo he visto la película, digo lamentable porque nunca es igual, aún así es de mis favoritas de toda la vida, me encantaría leer el libro alguna vez, te agradezco que hayas puesto el contexto histórico, me ayudó a comprender mejor la trama.
ResponderEliminarSaludos
Hola Tanah!
EliminarCuando leí el libro me gustó e intenté comprender mejor la historia y su transfondo, Comprendí que la historia estaba muy ligada a la historia de España de aquellos años, por lo que empecé a documentarme. La película está bien, pero las adaptaciones al cine ya se sabe o quitan o añaden algo. Me alegro de que el análisis desde el punto de vista hitórico de la obra te haya servido para comprenderla mejor.
Gracias por visitar el blog, espero que te haya gustado y lo sigas visitando de forma habitual
Un saludo