Equilibrio entre personas, niños y perros.
Normalmente, las personas, y sobretodo los niños nos abalanzamos a acariciar y toquetear la cabeza, a tirarles de las orejas, a dar palmaditas a los perros. Pero, en general, eso a nuestras mascotas no les gusta. Es más, si intentan escapar o gruñir nos enfadamos y les regañamos, cuando simplemente lo que quieren es salir de esa situación incómoda para ellos.
Antes de acariciar o aproximarnos a un perro desconocido debemos pedir permiso a su dueño. Para evitar que el animal se sienta incómodo debemos presentarnos a él extendiendo la mano para que la huela y la olfatee, si el perro se acerca positivamente ya podemos acariciarlo, pero ¡ojo! no en la cabeza, sino en otras partes menos amenazantes como son los laterales o la barbilla. Si el perro está agusto con nosotros pondrá el sólo el cuerpo en la posición en que más le gusta que le acaricien. Si el perro no quiere conocernos lo mejor es retirarnos y dejarle su espacio vital para que no suponga que lo queremos molestarlo, ni mucho menos agredirlo.
Es por este motivo por el que debemos enseñar a los niños acercarse de una forma amigable hacia los animales. Instruyéndoles a cómo acercarse, saludar o interactuar con ellos de una manera segura.
Aquí van algunos consejos para los peques:
El niño no debe acercarse corriendo porque podría asustar al perro, sino que lo hará de caminando calmado y pausadamente.
Si el niño quiere saludar a un perro extraño debe preguntar primero al dueño si puede acariciarlo. Si es así, no inclinarse mucho con el cuerpo de lado y acariciarlo de forma suave. Nada de abrazos fuertes.
Nunca saludar a un perro que tiene un juguete o comida ni que esté dentro de un coche porque el perro puede interpretar este acto como una forma de agresión hacia él.
Si el perro está asustado o alterado nunca acercarse.
Hay muchos perros que sabemos que son muy simpáticos, especialmente los que tratamos a diario y es por esto que sabemos que lo son. Son simpáticos con otros perros y con otras personas, pero esto no quiere decir que se sientan cómodos con niños alrededor. Para ello sería conveniente saber interpretar las señales de incomodidad que el animal muestra. Esto es complicado, pues a veces el lenguaje corporal del animal es muy sútil y pasa desapercibido o lo mal interpretamos. Algunas de estas señales pueden ser:
Los perros y los animales en general son seres vivos con sus gustos, personalidades y debemos entre todos respetarlos e inculcar dicho respeto a nuestros hijos, siempre de una forma divertida para ellos y enseñándoles a respetar a los animales tanto como ellos nos respetan. Esta relación les será muy enriquecedora.
Antes de acariciar o aproximarnos a un perro desconocido debemos pedir permiso a su dueño. Para evitar que el animal se sienta incómodo debemos presentarnos a él extendiendo la mano para que la huela y la olfatee, si el perro se acerca positivamente ya podemos acariciarlo, pero ¡ojo! no en la cabeza, sino en otras partes menos amenazantes como son los laterales o la barbilla. Si el perro está agusto con nosotros pondrá el sólo el cuerpo en la posición en que más le gusta que le acaricien. Si el perro no quiere conocernos lo mejor es retirarnos y dejarle su espacio vital para que no suponga que lo queremos molestarlo, ni mucho menos agredirlo.
Es por este motivo por el que debemos enseñar a los niños acercarse de una forma amigable hacia los animales. Instruyéndoles a cómo acercarse, saludar o interactuar con ellos de una manera segura.
Aquí van algunos consejos para los peques:
El niño no debe acercarse corriendo porque podría asustar al perro, sino que lo hará de caminando calmado y pausadamente.
Si el niño quiere saludar a un perro extraño debe preguntar primero al dueño si puede acariciarlo. Si es así, no inclinarse mucho con el cuerpo de lado y acariciarlo de forma suave. Nada de abrazos fuertes.
Nunca saludar a un perro que tiene un juguete o comida ni que esté dentro de un coche porque el perro puede interpretar este acto como una forma de agresión hacia él.
Si el perro está asustado o alterado nunca acercarse.
Hay muchos perros que sabemos que son muy simpáticos, especialmente los que tratamos a diario y es por esto que sabemos que lo son. Son simpáticos con otros perros y con otras personas, pero esto no quiere decir que se sientan cómodos con niños alrededor. Para ello sería conveniente saber interpretar las señales de incomodidad que el animal muestra. Esto es complicado, pues a veces el lenguaje corporal del animal es muy sútil y pasa desapercibido o lo mal interpretamos. Algunas de estas señales pueden ser:
- Retirarse. Esta acción nos muestra claramente que el perro no quiere jugar con los niños, por no decir que, más bien, huye de ellos.
- Girar la cara. Nos indica que el perro no quiere cuentas, incluso llega a girar el cuerpo.
- Aguantar la respiración. Cierran en exceso la boca porque no están agusto con la situación.
- Bostezar. Si los niños están cerca y el perro bosteza aunque no tenga hambre o sueño es indicio de incomodidad.
- Lamerse el ocico. Si el perro hace esto cuando los niños lo tocan o lo abrazan significa que el animal se está estresando y siente ansiedad.
Los perros y los animales en general son seres vivos con sus gustos, personalidades y debemos entre todos respetarlos e inculcar dicho respeto a nuestros hijos, siempre de una forma divertida para ellos y enseñándoles a respetar a los animales tanto como ellos nos respetan. Esta relación les será muy enriquecedora.
Unos consejos muy evidentes y tan básicos que solemos olvidarlos.
ResponderEliminar¡Buena entrada!
Nos leemos...
Tienes toda la razón. Es por esto que hay que tenerlo en cuenta pues los niños no son conscientes a la hora de acercarse a un animal para jugar con él y puede resultar peligroso.
EliminarGracias!!
Nos vamos leyendo
Saludos!!
Me ha encantado la entrada! cuanta razón!
ResponderEliminarUn beso!
Hola Lesincele
EliminarMe alegro que te haya gustado la entrada. Espero que sigas visitando el blog y seguir viendo tus comentarios.
Besotes!!